En plena recta final de la redacción del libro ‘Desertificación y desiertos’, para la colección del CSIC ¿Qué sabemos de?, eclosionan otros dos asuntos que llevaban vidas distintas pero que se han encontrado en el tiempo.
Tras más de dos años de trabajos, rechazos y correcciones, por fin me aceptaron un artículo escrito en colaboración con investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC), de la Universidad Politécnica de Madrid y del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC). El paper, como decimos en el ámbito científico, ha sido publicado en Science of the Total Environment, y recoge las conclusiones de dos grupos de investigación que abordan el estudio de la desertificación en España y actualiza la información existente. Fueron encargos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente para poner al día el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación. >>seguir leyendo
Nuevo post de la serie ‘Respirando salitre. Historias de un buzo’. Por J.M. Valderrama & David Acuña.
Los días se acortan en Long Bay, Auckland. Después de explorar los alrededores de su nueva casa, David ha encontrado un camino propicio para salir a correr y oxigenarse. Lo necesita. No está acostumbrado al trabajo de gabinete, mucho menos entretenido y más monótono que el de campo. Él es un hombre de acción, y aunque la edad le va sedando, como nos pasa a todos, la inmovilidad en la mesa de trabajo, poniendo en orden todos esos datos tomados durante años, le agosta el alma. >>seguir leyendo
Parece que por fin ha encontrado un hueco en el sistema educativo. Los requisitos y obstáculos hasta conseguir dar clase, aunque sea unos meses, hacen pensar que tenemos unos profesores que son lo más excelso de la sociedad. Gente sapientísima, hiper-preparada. Sí, por fin una suplencia de seis meses, loado sea el señor.
Desde luego Juan cumple sobradamente con lo que se espera de un profesor: un vasto conocimiento tanto de las materias que ha de impartir como de otras disciplinas, que le permiten saltar de un campo a otro y conectar transversalmente unas cosas con otras. Y en segundo lugar, la vocación necesaria para transmitir al alumnado el amor por el saber y el conocimiento. >>seguir leyendo
Otro post de la serie ‘Respirando salitre. Historias de un buzo’. Por J.M. Valderrama & David Acuña.
No todos los mares son, ni mucho menos, como la reserva marina de La Restinga o la del Archipiélago de Chinijo, los mejores fondos de las Islas Canarias. Más bien se trataban de las raras excepciones. David se iba dando cuenta de que había graves e irreversibles daños en el fondo marino. Eran menos perceptibles que los de tierra por razones obvias: casi nadie los veía.
Después de acostumbrarse a la rara sensación de ingravidez, moviéndose en tres dimensiones y a un silencio embaucador, empezaba a ser consciente de la realidad del estado de conservación del mar. A un ritmo desbocado los mares del planeta habían perdido diversidad y biomasa, y estaban muy lejos de los paraísos submarinos que Cousteau nos había enseñado en sus documentales. >>seguir leyendo
Otro post de la serie ‘Respirando salitre. Historias de un buzo’. Por J.M. Valderrama & David Acuña.
Imaginen un flan fuera de su molde, volcado sobre un plato. Ahora cojan una buena cucharada. Lo que queda se parece a la isla del Hierro, la más occidental y meridional del archipiélago canario, el último pedacito de tierra conocido que dejaban atrás los navegantes en su viaje a las Américas.
La hondonada resultante es la consecuencia de sucesivos deslizamientos que acabaron con buena parte del relieve volcánico de la isla. A tenor del tenue filo que ha quedado, no parece descabellado pensar en futuros desmoronamientos. Mientras, en la ladera que queda en pie, las sabinas se anclan a la tierra volcánica para aguantar los furiosos embates de los alisos. Fruto de ello son sus retorcidas formas, adaptadas a la dirección dominante de los vendavales. >>seguir leyendo
Durante todo aquel año académico David no consiguió librarse de la sensación agridulce que le había imprimido la llegada de la carta anunciando su admisión para cursar Ingeniería Aeronáutica. Por un lado era grato saber que tenía plaza en una Escuela tan competitiva. Por otro se sentía un traidor.
Regresó a Tenerife resignado y cabizbajo. Después de nueve meses estudiando sin parar, traía la maleta cargada de suspensos y frustraciones. Asumía que los veranos ya no existirían tal y como los había conocido hasta entonces. La carrera que había elegido constaba, oficialmente, de seis cursos, pero en la práctica eran más de diez. >>seguir leyendo
Segunda entrega de la serie «Respirando salitre. Historias de un buzo’. >>Lee aquí el primero
Por J.M. Valderrama & David Acuña
Elegir una carrera universitaria era la tesitura que se nos presentaba con el paso a la mayoría de edad. Probablemente le dábamos más trascendencia de la que tenía, aunque eso siempre es sencillo afirmarlo cuando se está contemplando cómodamente el vórtice de la tormenta y creemos que lo realmente difícil es lo que nos sucede ahora.
Sí, había llegado el momento de dar una respuesta seria a eso de ¿qué quieres ser de mayor?, aunque muchas veces la pregunta se la formulaba uno interiormente con un sesgo que denotaba cierto afán por agradar o, al menos, corresponder con las expectativas irremediablemente creadas en torno a él: ¿qué debo ser de mayor? Imperceptiblemente ya se habían tomado algunas decisiones al respecto, inclinando la formación secundaria hacia las letras o las ciencias, decantándonos por unas aficiones u otras, respirando un determinado ambiente familiar. La pregunta podía ser otra muy distinta ¿Seguir estudiando? >>seguir leyendo
Conocí a David en Almería. Casualmente, él jugaba al squash y yo buscaba a alguien con quien hacer un poco de deporte explosivo que acabase con el estrés laboral. Jugábamos un par de horas por semana y poco más allá de los lances deportivos no hablábamos mucho. Así es muchas veces la complicidad que se establece entre los hombres, a través del juego y la competición. Pocas palabras y unas cuantas actitudes por las que puedes ver si te llevas bien o mal, si tu compañero de partida es o no un buen tipo. >>seguir leyendo
Retomando la divulgación científica tras la narrativa aquí dejo un post publicado en ‘Ciencia para llevar’ el blog del CSIC, escrito en colaboración con Roberto Lázaro, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas. A ver qué os parece:
El olor a café recién hecho de las casas vecinas se filtraba hasta el dormitorio. Habían pasado la noche abrazados, resguardados bajo el mullido edredón de plumas del frío que emana de las baldosas. Alberto se despertó temprano, al alba, por su costumbre de madrugar, y también porque, últimamente, va necesitando menos horas de sueño. Es uno de los síntomas, junto a los cañones blancos de su barba, de que tiene una edad. Se quedó en la cama, inmóvil, no quería despertarla. Olía su pelo. Le calmaba escuchar su respiración, tan pausada y distante de todo. >>seguir leyendo
El blog del escritor J.M. Valderrama donde podrás comprar sus libros Días de nada y rosas, Altitud en vena y Aquí Bahía.