Mira la caja distraído. Medio oculta entre papeles, los mandos de la tele; el desorden inherente a una casa con niños. Cada vez que se fija en el mapa que decora la cajita plana de aluminio, un diseño con los colores corporativos de la compañía, le resulta inevitable evocar aquellos años ásperos y a la vez felices.
Cuando se acabaron los bombones que contenía, la caja sirvió, durante muchos años, para guardar rotuladores. Era cuando había orden y un plan minucioso para cada parcela de su vida. La caja, discreta, en el despacho, antes de que fuese convertido en la habitación de la niña, formaba parte de esa decoración minimalista propia de las generaciones impregnadas de tecnología y prisa. >>seguir leyendo
En un mapamundi del despacho que, inopinadamente, se ha convertido en comedor comunitario, se puede ver el destino que han seguido muchos de los jóvenes (y no tan jóvenes) investigadores que, por diversas razones, dejaron atrás España en busca de un trabajo como investigador científico.
En algunos casos las estancias responden al proceso formativo típico de un investigador, que consta de períodos en el extranjero. Sin embargo, muchos de ellos se explican por la falta de oportunidades en nuestro país. >>seguir leyendo
Son tiempos de crisis. Soplan vientos de cambio. Crisis, crisálida. Metamorfosis. Cambio. Es el momento de reinventarse y de reivindicarse. La oportunidad de juntar de una vez por todas lo que a uno le apasiona con la manera de ganarse la vida.
Probablemente sean conceptos condenados a no llevarse bien. Y nunca un trabajo se pueda conciliar con lo que se hace por diversión y, por tanto, gratuitamente (o pagando por ello).
Pero, como venía diciendo, son tiempos para la utopía y conviene salirse de esos raíles que nos dijeron llegaban a un lugar llamado felicidad. Hemos visto que no van a ninguna parte. >>seguir leyendo
El blog del escritor J.M. Valderrama donde podrás comprar sus libros Días de nada y rosas, Altitud en vena y Aquí Bahía.