El laboratorio donde recogen las muestras de semen está en unas dependencias adjuntas al edificio principal del hospital. Pared con pared con el depósito de cadáveres. Qué contraste. Él con su bote de semen todavía tibio. Tres días de abstinencia, siguiendo las instrucciones. La paja reciente, tal y como le habían indicado, para que llegasen con vida los espermatozoides. Era importante, crucial, que la muestra fuese fresca. Que coleasen cuando se le pusiese entre los portas y los cubres para verlos al microscopio.