Otro post de la serie ‘Respirando salitre. Historias de un buzo’. Por J.M. Valderrama & David Acuña.
No todos los mares son, ni mucho menos, como la reserva marina de La Restinga o la del Archipiélago de Chinijo, los mejores fondos de las Islas Canarias. Más bien se trataban de las raras excepciones. David se iba dando cuenta de que había graves e irreversibles daños en el fondo marino. Eran menos perceptibles que los de tierra por razones obvias: casi nadie los veía.
Después de acostumbrarse a la rara sensación de ingravidez, moviéndose en tres dimensiones y a un silencio embaucador, empezaba a ser consciente de la realidad del estado de conservación del mar. A un ritmo desbocado los mares del planeta habían perdido diversidad y biomasa, y estaban muy lejos de los paraísos submarinos que Cousteau nos había enseñado en sus documentales.